No encontrará usted noticias alusivas a este 11 S, sepultado por la celebración del 11 S en que los Estados Unidos recuerdan, sin darse cuenta, el primer ataque que han sufrido en su historia desde 1776.
Está bien, recordamos a los 3,600 que murieron ese día, pero recordamos que la primera vez que los EE:UU que han estado al frente de todas las guerras, recibe un ataque en su corazón. Ataque lanzado como hemos dicho desde 15,000 kms, por la sabiduría de los musulmanes y que con 100,000 dólares, Osama Bin Laden les tiro el símbolo de su poder económico.
Pero es que hoy 11 de septiembre, todo el pueblo chileno y de América Latina se acuerdan de Augusto Pinochet, que con el apoyo de Henry Kissinger, traicionó al presidente Salvador Allende, el único presidente que había llegado al socialismo por vía electoral, dio un Golpe de Estado bombardeó el Palacio de la Moneda donde estaba al compañero presidente Salvador Allende, con su casco y la metralleta que le había dado Fidel Castro, resistiendo hasta el final.
Nunca olvidaré el día en que en Santiago de Chile, el presidente electo, tuvo la deferencia, un 2 de octubre de 1970, de salir de una reunión de Unidad Popular para conversar brevemente con este autor que le entrego un disco con todas las canciones del Movimiento Estudiantil de 1968 y la represión de Tlaltelolco.
Aquel hombre que caminaba hacia mi, por aquel oscuro pasillo, con su abrigo, sus lentes y su ternura conocida por todos, símbolo de un médico que, como el Che, dedicaron su vida a la lucha social, no lo olvidaré jamás.
Mientras las televisaras repiten la epopeya de lo sucedido en Nueva York, yo apago la televisión y me refugio en Alfred Hitchok y su Psicosis,y en el recuerdo de aquel compañero.