Hay que reconocerlo. La Convención Nacional del Partido Popular ha sido un éxito y ha dejado las bases para la lucha del poder, objetivo de un partido.
Los barones lo han consolidado y todo ello obligó a Isabel Díaz Ayuso a alinearse, y esperar no a 2024, sino al futuro.
Ninguna objeción observo yo. Pueden gustar a unos y a otros no, pero en democracia la base es consolidar los partidos.
La intervención de Vidal Cuadras, fundador de Vox, y enemigo de las autonomías, quedó ahí.
Creo que a los ciudadanos les quedó claro que es el PP, y sus objetivos: tirar todos los avances de la etapa de gobierno de Coalición, que dirige Pedro Sánchez.