Si de algo podíamos estar satisfechos los españoles es de que a pesar de la fuerza del volcán de la Isla de la Palma, era no haber tenido fallecidos.
Hoy un trabajador, murió quemado.
Mientras la intensidad continúa, y puede llevar a sismos de grado 6, a los daños materiales y a la consternación de sus habitantes, tenemos que agregar la vida de este trabajador.