Hace una hora el juez acaba de darle la razón al jugador serbio que ya salió del hotel y podrá jugar el domingo.
Sin embargo, el gobierno australiano tiene un as bajo la manga y lo va a expulsar del país por no vacunarse.
De nuevo la Gran Serbia va a volver a ser derrotado y bajarles su histórica superioridad racista.
Lamentamos que el buen jugador que hemos admirado, haya sido durante 3 días el faro mundial de los negacionistas, mientras, tan sólo en Australia ya casi llegan a los 100,000 contagios y en plena ola de ascenso del tsunami sanitario en el mundo.