Hay un punto de tensión en estos momentos en el mundo que acapara más titulares, tras la crisis sanitarias, por lo menos en Europa.Las tensiones de nuevo entre Rusia y Ucrania, y entre Rusia y la Unión Europea.
¿ Por qué?. Por el gas.Europa depende de Rusia, en especial Alemania, hasta un 65 % del gas que necesita.
Pero, Ucrania está de por medio de en ello, por que pasa por su subsuelo el principal gasoducto que nos surte en Europa.
Debido a las tensiones desde hace años, Rusia construyó directamente un gasoducto desde un puerto suyo cercano a San Petersburgo que cruza las aguas del Mar Báltico y llega directamente a Alemania. Ese gasoducto se llama Nord Stream.
Pero tiene dificultades Rusia en la operación de este gasoducto directo y siempre tiene que pasar, sino por Ucrania.
Europa recibe el 65 % del gas ruso, pero Ucrania depende en un 56 % de Rusia.
Y ahí se tejen tres problemas. El primero es el deseo del Nuevo Zar de todas las Rusias, como tarea vital, de recuperar los territorios europeos que formaron parte de la URSS, y que ahora son independientes: Ucrania, Letonia, Lituania y Estonia. Ya dió un un gran avance por quedarse con Crimea, donde está la gran base marina del país y la que entra al Mediterráneo, pero ya ha ocupado una parte de Ucrania.
El segundo:Para Europa es vital no perder el control del Báltico, si pierde Letonia, Lituania y Estonia.Pero no sólo para Europa sino también para los Estados Unidos.
Por ello, en cuanto sintieron los más de 100,000 soldados en la frontera con Ucrania, no sólo respondió, con su debilidad, Europa, sino toda la OTAN, que se mantiene por la cuota mayor al 60 % de su presupuesto de Estados Unidos, también intervinieron los norteamericanos.
Ahora , en pleno invierno, con el petróleo volviendo a subir a 76.79 dls el Brent, las tensiones en esa zona, se incrementan
El famoso ejército de intervención de 5,000 hombres que tanto ha pregonado Europa, ha quedado en papel mojado: No lo construyen, su mayor apoyo militar está en Francia con sus 300 bombas nucleares, pero tampoco pagan a la OTAN sus cuotas, que ahora pide Estados Unidos que aumente.
La tercera, la dependencia del gas.
Entre una China imparable, un Estados Unidos en crisis estructural, con Rusia potencia media pero con 1,000 bombas nucleares y todo un poder militar, la Vieja Europa, la UE, ni ha sido capaz de acabar con la pandemia, sino que retrocede poco a poco su peso en el mundo.