Cual será desesperación del primer ministro del Reino Unido, que ayer tras oír de un propio conservador, cuyo apoyo se debilita: “Por amor de Dios, ¡¡Vaya!!! ” casi nunca escuchado en esa soberbia y única Cámara de los Comunes de Londres, que ayer dictaminó QUE TODOS PUEDAN DEJAR LA MASCARILLA.(crítica de los conservadores que lo auparon ).
El viejo Reino Unido, este año, las va a pasar mal.