El canciller socialdemócrata alemán Gerard Schoeder, no sabía en 2005, cuando firmó con Putin la construcción del Nord Stream I y el II, que unirían la bahia rusa de Nuncia, con la costa báltica de Alemania, las consecuencias que iban a tener.
Schroeder, hoy Presidente del consorcio entre Gazprom ruso,Uniper alemana,la anglo neerlandesa Shell, la austriaca OMV y la francesa Etel, iniciaron aquel proyecto que permitiría tender la tubería de 1,330 para lograr enviar,en los dos Nord Stream, 110,000 millones de metros cúbicos al año.
Lo que en principio era un negocio, poco a poco fue deslizándose al terreno política, al grado de que una vez construidas Ucrania tendría muy graves problemas económicos.
Y entonces a los ancestrales tensiones entre ambos países, se convirtió en un problema político y militar.
Mientras los alemanes cruzan los dedos para que se autorice el Nord Stream 2,( se calcula que se tardarían todavía 6 meses, y una de las autorizaciones son de la UE), Putin, a quien Biden menospreció considerando a Rusia potencia media, no está dispuesto a esperar esos 6 meses y va tras las medidas militares que hemos hablando con los tres paises del Baltico Letonia, Estonia y Lituania en la mente tras Ucrania.
Por ello la discrepancia de la UE y Reino Unido con Alemania.
Hoy ha pedido Biden, mientras negocia con Qatar petróleo para Europa, que en en su embajada sólo quede el personal mínimo.