Como se diría, “hay clases y hay clases”. Ni Azcárraga Milmo el todopoderoso dueño de Televisa, ni los que han hecho las telenovelas venezolanas y por supuesto el de  las turcas que están de moda,  nadie como Basile, el hombre de Berlusconi, que entró en aquella época de Mario Conde.

La cantante, cuyo marido torero muere en la carretera, amante en ese momento con aquella poderosa mujer de la Cope, que le dejó como albacea toda su fortuna a la hija,oculta, monja de Serrano Suñer, que más tarde con una hija,  se casa con otro torero que termina amante en Nueva York del Guardia Civil,esposa de la hija de la cantante, que se vuelve un miserable no solo maltratador sino maltratador  vicario y 20 años más, dieron de sí para que una pandilla de inútiles sociales a quienes nuestros hijos admiran, hicieran que Basile hiciera tan poderosa fortuna.

No hay que dar el nombre de este culebrón. Media España o más lo sabe y lo ha disfrutado cada tarde, entre frutas y tomates.