Era la primera vez ,en los 70, en que comía mariscos de agua fría, como los encontraria ,más tarde, en Asturias.Era en el puerto de Valparaiso, en Chile, el proletario, (no Viña del Mar en su camino el lugar de las élites.), bello, tejas rojas, azotando el mar sus costas, donde se celebraba aquel congreso de estudiantes de toda América Latina.
No olvidaba aquel brindis antes de la comida, que para bajarle los humos a aquel “mexicanito” que era el líder del Congreso, cuando llegó la invitación: ” Eh, mexicano, a que no te tomas una copa de vino blanco de un sólo golpe”, ” Hombre ,por supuesto que sí” llegó la copa pero era de FÚTBOL de dos litros, que, para no quedar en evidencia la tomé de golpe y, por supuesto, quedé liquidado.En el partido entre estudiantes y mineros chilenos,la pasé en horizontal en la tribuna, hasta que aquellas esposas de los mineros del cobre, acostumbradas a estos quehaceres me hicieron recuperar.
Esto sucedía una semana antes del 2 de octubre de 1970, fecha en que, por supuesto llevaba tres días, tras el Congreso, solicitando una imposible cita con el presidente electo Salvador Allende.
Amable, distinguida, al nivel del pueblo chileno y de los socialistas, me había dicho que era imposible.”Venga mañana compañero” y así hasta que el 2 de octubre, saqué un disco en recuerdo de los caídos en la matanza de Tlatelolco, le dije a la mujer. ” Gracias por todo.Entendemos. ¿ Por favor podría entregar este disco(de aquellos de 78 revoluciones) al compañero Allende hoy que se celebra dos años de aquella matanza?.
“Espere un momento”, me dijo aquella mujer de unos 45 años con la belleza de la mujer chilena.Fué a la oficina donde estaban los miembros de Unidad Popular trabajando, y regresa y me dice: ” Compañero Fernández, tiene suerte. Ahora viene el compañero Allende”.
Y, de pronto, del fondo de aquel pasillo oscuro, aparece Allende, con su cara de bonoemía , abrigo gris, sus gafas, y viene a mi encuentro:” ¿ En que le puedo servir compañero?”. Sólo la foto que un compañero argentino me tomó, podría decir lo que sentí en ese momento, inolvidable de mi vida .
En México, el 11 S, no el norteamericano, sino el latinoamericano, el Secretario de la Defensa,el traidor Pinochet, bombardea la Moneda, y Allende, con un casco y el fusil que le había regalado Fidel Castro, se enfrentaba a la aviación y finalmente ya habiendo pèdido a todos sus gentes que se fueran, se quita la vida
Ha pasado casi 50 años de aquellos hechos cuando leemos esta noticia:
“MAYA ALLENDE, NIETA DEL PRESIDENTE ALLENDE, NUEVA SECRETARIA DE LA DEFENSA DE CHILE. “.
¿ Qué sentiría usted ?.