Atacado el aeropuerto militar más estratégico de Ucrania, cerca de Kiev, el de Gostomel, Rusia tardó tres días pero acaba de destruir el avión más grande del mundo el AN 225 MRIYA, cuyas reparaciones costarán 3,000 millones de euros.
MRIYA significa “sueño” en ucraniano.
Ha sido un doloroso golpe.