Josep Borrell, en su última etapa, mostraba una rabia contra Cataluña que llamaba la atención.Quedó en el gobierno de Sánchez, hasta que éste consiguió un lugar en la Uniòn Europea: Ministro de Exteriores.Y se fue a Bélgica.
De pronto le sorprende en ese cargo la Invasión Rusa y la disputa con Ucrania, y Borrel toma oxígeno. Por primera vez está en el centro de los focos y surge su otra personalidad. Se siente, más que Biden, el Salvador de Occidente, lleva una política que en poco ayuda y ayer, sonriente, con esa sonrisa maliciosa única tan propia de él;” ATENCION TENEMOS CONTRA LAS CUERDAS A UNA POTENCIA NUCLEAR “.
Desafortunadas declaraciones de un Ministro de Exteriores. Negociar y no echar más leña al fuego.