Hace una horas Rusia ha destruido cerca de Kiev las instalaciones de los misiles Neptune, confirmando la tesis ucraniana de que lo habían hundido con esos misiles. Ni fue una mina como pensamos, ni un incendio. El buque insigne de la Armada Rusa que se hundió camino de Sebastopol en Crimea para ser reparado, fue alcanzado por algún misil Neptune como declaró ayer Zelensky. Sus 500 tripulantes están a salvo.
Está respuesta ucraniana de primer nivel debe de haber golpeado duramente al Kremlin, por ello las ofensivas de hoy.