Hoy día clave en México. Al sintonizar en Internet con el canal del Congreso, al ver aquella majestuosa Cámara, los curules (500), la presidencia, la zona de asesores, de prensa, me vino a la memoria una experiencia que quiero compartir.

En 20 años de haber sido uno de los 7 fundadores del primer partido que conquistaba el registro en 16 años, el Partido Socialista de los Trabajadores, nunca tuve apetencia de ser diputado o senador. Yo era feliz recorriendo el país, ayudando con lo poco que sabía a campesinoS, obreros, mujeres y jóvenes, cuando, de pronto, tras ser nombrado me encontré en la puerta de la Cámara de Diputados en San Lázaro.

Estaba muy cansado, me dolía la cabeza  y por ello pasé por los servicios médicos de la Cámara, excelentes, y pedí que me tomaran la presión.Nunca olvidaré a aquella enfermera que me la tomó dos voces y salió corriendo en busca de un doctor, que confirmó las cifras y me dio unas pastillas: Tenía yo 200-150, es decir “no me morí de puritita casualidad”.

Descanse tres días, y el día que se iniciaba la Legislatura me notifican que iba a ser el Presidente de la Cámara.Sin la menor experiencia, el nieto de Belarmino se encontró de pronto en aquel asiento de la presidencia. Enfrente 500 diputados, asesores, periodistas y publico asistente.

Iban por mi, diputados del PAN( el PP, mexicano), con ganas de tirarme cuanto antes, pero, aguanté 7 horas. Sobreviví y me califique con un 6 raspado.

En 30 días me volvía a tocar(igual que el que sería presidente por el PAN Felipe Calderon, hoy en el Consejo de Administración de Iberdrola). Me fui ese fin de semana a Mérida, con mi familia para descansar, y me hice el propósito de que nunca más. Me devore reglamentos y todo lo necesario, ante la visita de mi padre que venía de Venezuela, senador por España.

Al regreso, con mi padre en el avión  Rafael Fernandez Alvarez, a un lado, seco como siempre, incapaz de decirme en toda mi vida “te quiero” o “te felicito”, llegué a la ciudad de México.

El más experimentado diputados de oposición, Jimenez Lemus, buena persona, se dijo a si mismo, “a este guerito me lo tiro hoy”.

En una parte de la sesión, mandé llamar a una votación nominal que no correspondía. Hablando el siguiente orador, se pone de pie Jiménez Lemus y dice ” en base a que articulo mandó usted esa votación nominal”.

Instintivo, le respondí de inmediato, “en el articulo 43, inciso B, continué usted  diputado”. Fue tan rápido y seguro que el hombre desconcertado se sentó y no dijo más.

Por supuesto no haba tal articulo 43 inciso B, pero seguí. Ese día día duró 8 horas y me califique con un 9, a mi mismo.

Ya sabía presidir una Cámara de Diputados.Pero no ambicioné más a ser diputado

En mi vida ante la sequedad de mi padre, tuve al lado siempre los genes de Belarmino, que tanto me ayudaron en mi proceso