El padre cada vez que venía del trabajo en López, traía unas pegatinas de hombres musculosos, fuertes, como contrapartida de lo que había recibido del destino. Ambos padres siempre comentaban y, por los años, que “sus hijos eran unos mas del montón”.
Rafael padre que tenía una figura típica del asturiano, que a veces comparaban con el actor James Stewart, no sabía por que, pero no entendía por que los hijos le habían salido de boca grandes, rasgos toscos y mandíbula fuerte.Tan diferentes a él.
Don Rafael y Pura nada sabían de genes y era normal. Pero con el tiempo este autor había entendido que los genes de origen alemán de Belarmino, habían trascendido a través da su única hija y que en cambio las hijas de Urcesino y Agripino tenían los rasgos bellos de Severina.
Por supuesto Rafael hijo, nada sabía sino de las estampas del padre y su subestimación, y sólo recordaba que el cariño de aquellos primeros cinco años lo había recibido de sus abuelos.
El padre, asimiló mal su llegada a México, así como se estancia en Francia.Quizás casado con Pura por ser la hija del dirigente asturianos en aquel 5 de junio de 1937 en Arenas de Cabrales, el caso es que, cuidaron las apariencias para que los hijos no vivieran lo que a ellos les tocó en la guerra, pero en el fondo había una separación. El hijo de Dolores que tenía un puesto de comidas en el mercado de El Fontán en Oviedo, cocinaría muy bien y en cambio le achacaba la torpeza de Pura en esos menesteres.Ella trataba de darle sentido al papel de la mujer hasta el final de su vida en Oviedo en 1990.
Belarmino y Severina volcaron todo su cariño en su primer nieto.Así alguna vez lo llevaba a vender alpargatas en su Ford 36 de la empresa Donay S.A.; o lo llevaban a Texuixtla, en Morelos a las aguas termales o a pasar unos días en el puerto de Veracruz.
Con los años, en la lucha de Rafael entre el Eros y el Tanatos, en búsqueda de ayuda con tres psicólogos, en el Wilhem Reich, apareció algo muy marcado: EL NO EXISTAS,que quizás venía de que lo que menos deseaban los padres al llegar a empezar de cero en tierras tan lejanas, era tener un hijo. Pero la soledad del Atlántico lo había provocado.
Vivir en un apartamento de 50 metros, un una recamara pequeña Belarmino y Severina, luego un baño pequeño y otra habitación donde dormían Pura, Rafael, Carlos y Rafael, los hijos.Saliendo de éste había un corredor de 5 metros que daba a una cocinita, y a mano derecha el salón comedor, donde en las noches dormían Urcesino y Agripino.
Así vivimos, lo que luego conoceriamos de “el hombre que se robó todo el dinero de Asturias” que Franco, el dictador había soltado entre los asturianos. Fueron cinco años bellos de los niños de esa edad, pero que dejaría factura, sobre todo después, a los 6 años, ya independientes en el numero 525 de la calle de Nicolás San Juan, en el apartamento 4, donde la familia pasó del centro de la ciudad a la colonia Narvarte .
El hombre es echado a la vida si pedir permiso, sacado de ella de la misma forma, pero Rafael años más tarde estudiando Sociología, entendería que lo sucedido en los primeros 6 años, condicionaba toda la vida de ese ser humano.
El que iba con Carlos en la mañana en el tranvía Del Valle, hasta el Colegio Madrid, en el numero 2 de la calle de Empresa en Mixcoac, en el que había sido el caserón de fin de semana de José Ives Limantour, el etreno Secretario de Hacienda del dictador Porfirio Díaz, antes de la Revolución Mexicana, llegó con una notable bajo nivel de autoestima, que se recrudeció cuando sus compañeros y compañeras lo llamaron ” La Pulga” toda la primaria, la secundaria y la preparatoria, hasta los 15 años, hasta que en 1956, entró a la UIniversidad más antigua de América, la Universidad Nacional Autonoma de México, cuyo numero de cuenta recuerda el 57 59 26, a la Facultad de Ingeniería.
Ahí empezaría a conocer la lucha entre el Eros y el Tanatos y los genes de Belarmino.