Hay hechos que no encajan. La débil salud del presidente de los Estados Unidos, está sometido a la Guerra en Ucrania, a los temores económicos y al durísimo enfrentamiento con Ted Cruz y Marco Rubio,la comunidad cubana, por la Cumbre de las Américas, al grado que faltan horas para iniciarse la Cumbre de los Ángeles, y no se conoce a quién invitaría.
El que haya tenido que salir ayer con Jill su esposa en su casa de campo, donde pasaba este fin de semana, pudiera ser, o no ser, casual, pero intranquiliza más al presidente de los Estados Unidos.
Habremos de estar atentos.
Son las 14.23 horas de Washington y nadie habla.