Ahí estaba, ese joven muy alto, moreno hasta las cachas, en Palacio Nacional, compartiendo con el presidente López Obrador el tremendo trofeo que cargaban los 2.Lo acaba de explicar, lleno de orgullo, el presidente mexicano. Al ganar la NBA, en el mejor equipo de los Estados Unidos, al saltar a la cancha, el saltó con la bandera mexicana.
Un ejemplo de los 40 millones de morenos norteamericanos que no olvidan sus raíces para quienes la Virgen de Guadalupe y la Bandera e HImno Nacional, los conmueve.
No por nada es que Biden, ahora en Madrid, haya invitado en julio a López Obrador a la Casa Blanca a pesar de no haber ido a la Cumbre por no invitar a Cuba y a Venezuela, retando a los exiliados cubanos y venezolanos.
Con Trump y con Biden, sin renunciar a sus ideas, ambos han tratado bien a López Obrador. Es mas, Trump, en su antiguo campo de Golf en Florida, ante sus amigos lo llamaba ” Juan Trump”.
Y la barda nunca se construyó.
López Obrador con Kamala Harris, siempre han mantenido: “Nadie sale de su su tierra, de su hogar, de estar con sus hijos, sino es por una gran necesidad.
López Obrador, le dijo que había que invertir 4,000 millones de dólares en Guatemala, El Salvador y Honduras, para que nadie tenga que salir de su casa, de su tierra.
Ojalá el desgraciado hecho en San Antonio de los 42 mexicanos y guatemaltecos ahogados en un trailer en busca del Sueño Americano, como ayer los subsaharianos buscando el Sueño Europea, sensibilicen a Biden, que sólo ha aportado 1,000 millones de dólares