En 1943, en el Bosque de Chapultepec, sin tener ni idea quien había sido Queipo de Llano.
En 2022, a los 82, en Gijón, en el Cantábrico, cuando sacaron de Sevilla a aquel militar que asesinó 45,000 personas, sintiendo la emoción que no pudieron tener Belarmino, Rafael y Pura.