Desde los 15 a los 67 años, fui militante de Juventudes Socialistas, y luego tras dos veces en la cárcel(1965 en Oviedo pr mexicanito y en 1968 en Guanajuato por españolito), encontré al pueblo mexicano en el Movimiento Estudiantil Popular de ese año, que terminó en Tlatelolco.

Desde los 28 hasta los 67, me dedique a colaborar para crear un nuevo México.Fundé un el Partido Socialista de los Trabajadores(primero desde 1956 en tener un registro en el país), y fuí un hombre feliz, ya como luchador para el registro, más tarde durante 20 años miembros de la Ejecutiva.Gracias a mi padre vendí seguros(siendo sociólogo) para atender todo mi tiempo libre y no depender nunca del partido.

Recorriendo todo el país,de la Sierra Madre Oriental a la Occidental, nunca quise un puesto de elección popular. Me hacía feliz transmitir a campesinos y obreros, a veces en la madrugada cantando la Internacional, llorando pensando en aquel socialista republicano.

Ya como constructor del partido, ya como miembros de la Ejecutiva, ya como Diputado Federal a petición del Partido, ya logrando 150.000 votos en 3 meses en el Proyecto Morado para llevar a Cuauhtémoc Cárdenas a la Jefatura del DF:, ya como responsable de gobernar donde con su gobierno en Iztacalco 750,000 habitantes durante 3 años, ya en las calles como millones para impulsar a López Obrador.

Con mi familia, mi esposa, mis hijas en Yucatán, expulsado por el smog de la ciudad de México, logre, a través de los seguros construirles una casa digna de 452 metros cuadrados,1,300 metros, piscina, en el club de Golf de la Ceiba, y además viajar 15 veces a Oviedo para vivir con mis padres y hermano su regreso.

Con la crisis de Salinas de 1997, habiendo sido diputado federal, recorrí todo el país y no encontré trabajo, y estuve a punto de perder la casa por no pagar la hipoteca.Doloroso, logre cambiar la casa y la deuda por un departamento en Zona Hotelera en Cancun, donde case a mis hijas, al atardecer a la orilla del Caribe, donde viven cada una con un nieto.

A los 67 años, sin futuro en México, con mi vida bien acomodada internamente y mis hijas casadas, tome 500 dólares, y un boleto sin retorno y me lancé al Atlántico, para llegar a una España donde desconocía lo del Estado del Bienestar,donde sin apellidos ni amigos en un mes tuve el documento de Emigrante Retornado que me daba derechos como español.

Tras el trato de los socialistas asturianos y mi padre diciéndome en Oviedo, con su nueva esposa, ” No te quiero volver a verte jamás”, fui a ver a Iñigo Noriega. Gracias a él y a Marcelino Gutierrez, colaboré en El Comercio y luego durante años, dedicando 8 horas diarias, al no tener hoy un ordenador, en locutorios,en Bibliotecas Públicas, hice 5 libros y estos 8,444 blogs .Hace unos meses una Web internacional QOSHE me incorporó a nivel europeo.

Entendí mi trabajo como mi respuesta a los derechos que me otorgaba el pueblo asturiano, y nunca cobre un centavo, como hubieran hecho Belarmino o Pura.

Ayer se me estropeo un viejo ordenador que me regaló José Luis Blanco, hospitalizado paralítico en Sama, el más generoso, y al ir a tratar de repararlo, el buen hombre que era dueño del negocio, al verlo se asombró: pero si estoy es viejísimo: ” Pues ye lo que hay”. A los 82, sin ordenador, ni WIFI, con lo que tenía hice mi mejor esfuerzo.

Los 5 libros, toda la historia de Belarmino hasta ahora, de la Transición Española  a la Cuarta Transformación en México, hice una carta al ERA, para que si faltara aquí los 1,400 euros que es lo que cuesta el más sencillo entierro, se pagase de esa maleta, y que mis restos fueran a un riachuelo asturiano en esos verdes nuestros.

Si fuera en Cancun mis hijas ya saben en que mar depositar mis cenizas., entre Cancun e Isla Mujeres.

Así que hoy doy las gracias.

A El Comercio, que me dió 7 años de vida al estar activo.

A las o los lectores que me siguieron esos 7 años e este último blog, el 8,444.

A QOSHE por haberme incluido en su WEB europea.

Estoy entero, pero de dedicaré a estudiar y a escribir mientras tenga vida, a mi aire.