” Puñalada en la espalda” calificó Puttin la sublevación de los Wagner. Tomo las medidas, separó al dueño y sus élites de 2,000 mercenario aislándose de Bielorrusia y a la mayoría lo disolvió entre el resto del ejercito, y ayer intervino las mansiones ante el pueblo ruso, y la magnitud de la riquezas, del armamento, hasta de las pelucas, en un ataque a toda prueba. De pronto Prigorzhin desapareció, salió de Bielorrusia y en este momento está en paradero desconocido.