Francisco I, dispuesto a cumplir hasta el final con sus objetivos de una modernización radical de la vieja Iglesia Católica Apostólica y Romano, donde Juan XXIII en 1962 en el Concilio Vaticano II dio aquel gran paso hacia modernidad, pero que echaron para atrás los norteamericanos, alemanes, españoles con Juan Pablo II, Francisco ha dado pasos irreversibles, al  democratizar  la Curia, la limpieza de la economía del Banco Vaticano, el ataque a la pederastia, y para que sea irreversible ya había nombrado el 60 % de los cardenales que decidirán en el Cónclave que lo suceda, en vida o en su muerte.

Ayer, sorpresivamente ha nombrado a 21 cardenales(18 con posibilidad de votar y 3 por su labor). La tercera parte son de España y de América Latina y entre ellos está el nuevo Arzobispo de Madrid, la antítesis de Rouco, José Cobo, la gran sorpresa progresista de España, cardenal.Hasta el asturiano Artime, salesiano, que pasaria de sacerdote a cardenal, en un gesto insólito .

Ha citado al Consistorio para sus nombramientos oficiales para ele próximo mes de septiembre.

Cuando, falte, ha garantizado la continuidad de su trabajo, al elevar al 75 % de los cardenales del Cónclave, los nombrados por él.

Reiteramos. Tras la larga época italiana, se fue a Polonia, y luego a América Latina y es probable que el sucesor sea asiático como el Arzobispo de Manila Luis Antonio Tagle o Matteo Filippo, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y su hombre de confianza que acaba de mandar a Rusia y Ucrania.