Daba tristeza, pero era el reflejo de una realidad que se conocerá más temprano que tarde. Vlodomir Zelensky, presidente de Ucrania, en cuanto supo de lo que iba a pasar en Israel a partir de hoy, y sabiendo los fondos que se desviarían hacia ese nuevo foco de tensión, muy grave éste, tomó el avión y sin cita se presentó en Bruselas.
Aunque las palabras de mantenerle la ayuda se le repitió, en la foto, aparece cabizbajo, con ojeras, triste, con ojos inchados, recibiendo la palmada, un tanto compasiva ,del Secretrario General de la OTAN, 30 centímetros más alto que él, sabedor de que su final está cerca.
No simpatizo con él, pero en esa foto, me dejó claro, que los que tienen el poder, usan como marionetas a otros, ya no digamos a los pueblos del mundo.