Una muy querida familia me informaba ayer de la desigual lucha entre la dignidad y el poder económico en Cancun, Q. Roo. Un uruguayo, que no logró la residencia para no pasar el examen del “tercermundista” país de donde su familia ha vivido en Mérida y en Cancún y donde han hecho una suculenta fortuna, y que con 7 viajes al año a Montevideo, los recursos mexicanos, permitieron blanquearlo en aquel Paraíso Fiscal, creando un club de primera división hasta con Estadio propio, se caso un día con una de sus hijas.
Por supuesto nadie sospechaba nada, ni cuando pidió la mano, ni cuando se casaron, ni cuando tuvieron su primera hija.Enfermo, dependiente de una madre enferma, empezó por aislar a la esposa de su familia y de su entorno, hacerla totalmente dependiente y ella, una noble mujer, diez años más joven que él.
El marco familiar empezó a dibujarse. El padre se fue a Montevideo, a manejar los dineros, que le llevaban desde México en aquellos inusuales viajes de toda la familia y organizar el equipo, mientras en Cancun y en Mérida los dos hijos que se dedicaban a forjar hierro para muebles para los hoteles de Cancun y la Riviera Maya, preparaban, el final feliz para la madre castrante. Mudarse a Uruguay con el hijo, la esposa, para allí darle el zapatazo, y quedarse con la nieta. Era un plan redondo.
El padre de la hija la encontró un día llorando: ” Tengo miedo papá de que con su dinero, me quieran quitar a mi hija”.
Aquel hombre se desaparecía todas las tardes, hasta que un día la madre, notó que acostados ellos dos y la hija, el padre tocaba las partes intimas de sus hija. La madre, de mucho carácter, de inmediato agarró a la hija y se la llevó, a casa de su hermana.
Y allí empezó la lucha en 2019. El indignado dijo que iba a aplastar a aquella mujer que lo desafió. La familia se consolidó con la hermana, su marido, ya con cédula para ejercer como abogados, la hija y el primo.
Durante años, no le ha pasado nada a la hija y a la mujer. Todo va por vía del juzgado. Dejó de pagarle la escuela y la niña entró por fortuna a una pública.
En el inter, en el juicio, y en confesiones de él y su madre, había una perfecta sincronía en la relación enfermiza, madre, hijo y un sobrino. Todas sus propiedades, la sacan de la familia y cuando el juez le pregunta que hacia, el tal Marcelo Diego Aquino, , le dijo que de nada que” su mamá” le daba ele dinero, cuando el ejercía como Director de esta empresa que forja hierro por años y que el no tenía empleo.Una verdadera vergüenza. En las tardes se las pasaba con hombres y mujeres con desviaciones sexuales
Todo surgió en el juicio. Pero no sólo lo llevaron por lo civil, sino que lo llevaron por lo penal y el juez DICTO ORDEN DE APREHENSION y ahí desapareció. Muerto de miedo por el COVID, y por tener su vida de más de 50 acabada trata de salvar la cárcel.
Pero hay detrás una violencia vicaria.
SE BUSCA
Como presunto culpable de violación a MARCELO DIEGO AQUINO N., uruguayo, con un tatuaje en el tobillo izquierdo con una brújula con olas a su alrededor, por favor informar a la Fiscalia General del Estado de Quintana Roo.
Dice la ficha FGE/QRO/CAN/ FEDCMRG/05/ 782/ 2019
Pero parece que en Cancun, en Quintana Roo, prevalece más el dinero que la dignidad y la justicia.
Ese hombre, que no hizo nada en la vida, con más de 50 años, huyendo de casa en casa, con su madre enferma y con los problemas sociales del hermano en Mérida, casado con una persona de la alta sociedad lo que significa tener una Orden de Aprehensión por presunta violación en su familia sigue hoy viendo el fútbol en la tranquilidad de cualquier refugio, soltando, seguramente lana a quien lo busca. CINCO AÑOS HUYENDO.
Mientras la mujer que se atrevió a salvar a su hija, de un daño mayor, la ha sacado adelante, y han hecho un piña de 5 personas en el mismo hogar, de dondee saldrán con futuro y estudios universitarios, mientras aquella familia uruguaya, que evadió de México para no pagar impuestos, seguirá soñando con que Uruguay gane el mundial