Recuerdo a Rodrigo Rato, creador del “milagro español” con Aznar, que tras quedar detrás de Rajoy, le dieron uno de los puestos más ambiciosos para un español. Director General del Fondo Monetario, en Nueva York, en el Houdson y la élite mundial, a su renuncia en el segundo año y trasladarse a España por” morrriña” (en realidad siempre sostuvimos que aspiraba a ser el Sarkozy español). Y el asturiano modelo llegó, se hizo cargo de Caja Madrid, y terminó envuelto en corrupciones, blanqueo de capitales,al grado que hoy al declarar, se enfrenta a decenas de años de cárcel. La corrupción y la ambición los lleva, como Zaplana a estas miserias.