Cuando uno analiza la primera mitad del siglo XIX, la etapa de las revoluciones burguesas, siempre aparecen tres fechas claves: 1820, 1830 y 1848.
Y analizando, para los que sabemos poco de Europa y de España, resulta que el impulso de las revoluciones burguesas tan importantes se dio en el Trienio Liberal de 1820 a 1823, dirigido por Rafael Riego, casualmente asturiano, como en el siglo de las Luces, el español más destacado fue Jovellanos, también, casualmente ,asturiano.
Por supuesto muchos no les perdonaron a Riego el intento de restablecer la Constitución de Cádiz y el haber entendido que el proceso, posterior a la ilustración que ya había llegado a América con la Independencia de los Estados Unidos, inexorablemente, se iba a extender a las entonces colonias españolas,como lo fue a partir de 1810.
He leido en España, ataques durísimos a Rafael Riego,año con año, al considerarlo un traidor a España por no haber encabezado las fuerzas militares que España iba a enviar a las colonias, lo cual habría sido una grávisimo error, y costado muchas,pero muchas vidas.
En América, quizás sin conocerlo bien, se estima a Rafael Riego, de Cangas del Narcea,pero en España jugó un papel tan importante que no es una casualidad que el Himno de la Segunda República, fuese el”Himno de Riego”, y que aquel morado que él había recogido de los Comuneros de Castilla, lo haya adoptado en el Trienio Liberal, donde se necesitaron los” 100,000 hombre de San Luis” franceses, para parar ese movimiento y volver a colocar a Fernando VII, el déspota dictador más famoso de la Historia de España.
Conforme se avanza en el conocimiento de la no tan larga historia de España, aparecen las ” fieras” que derrotaron a los musulmanes en su lucha contra el Visigodo Pelayo, que eran los astures.
Más adelante en el Siglo de las Luces es otro asturiano el que destaca entre todos los españoles,también asturiano.Más tarde el impulso a la revoluciones burguesas europeas, antes de la de 183 y las de 1848, fueron de otro asturiano.
En la nebulosa que el franquismo nos dejó e incapaces los gobierno de la transición de trasmitir la verdad, la Segunda República, otra vez morada será otra etapa ilustre, en donde la única revolución contra el Estado Nacional, la Revolución de 1934, fue la de los mineros asturianos, casualmente, y la base en la que en Frente Norte se sustentó contra el Golpe de Estado, Levantamiento o Cruzada encabezada por Francisco Franco, fue Asturias.
Finalmente, la única provincia, en la historia moderna de España que se declara Soberana, sin nada que ver con la rancia aristocracia de siglos anteriores como los catalanes y los vascos, fueron los “trabajadores asturianos”.