El marido había salido a vender alpargatas en la empresa Donay S:A para vivir, cuando Severina se asomó al balcón de aquel apartamento de 50 metros donde vivía Belarmino, ella, Rafael, Pura, sus hijos Rafael y Carlos, y Urcesino y Agripino hermanos de Pura, y observaba el cemento, el paso de los autos. ¿ Cómo llegué aquí?, ¿ y los verdes de Asturias ?.
Recordaba como tras casarse y vivir en la Casa del Pueblo de Sama los fines de semana, tras terminar el trabajo en la mina, caminaban ella y el marido a Gargantada y, a mano, entre los dos levantaron una casita, donde nacería Urcesino el hijo mayor.
Recordaba aquel 1917 y lo que llamaban la Huelga Revolucionaria, donde, por supuesto participó Belarmino. Tras tres semanas de lucha, aquel Comandante del ejercito en Oviedo, bajito, llamado el “Comandantin” rechazado por la burguesía de la Calle Uría, para demostrarles a ellos y a Carmen Polo, dio la orden: ¡¡Los quiero, vivos o muertos!.Era Francisco Franco
Al regresar a casa Severina no encontró al marido, pero tampoco a la vaca, que la mujer guardaba para necesidades especiales. Belarmino la vendió y se fue a Teruel. Ella con 20 años, el hijo mayor y embarazada, siguió al marido,como sólo las mujeres de aquella época lo hacían, y ya en Teruel naciera su única hija: Purificación Esmeralda Maria del Pilar, que con los años, todos la conocerían por Pura.
¿ Recordaba Severina, aquella noche del 5 de octubre de 1934, sin dormir, en Sama, cuando a las 5 de la mañana una bomba fue la señal.Se iniciaba la Revolución de Octubre, la única vez en la historia de España en que el pueblo,el asturiano, se levantaba contra el Estado, aunque ella lo que recordaba era el mensaje: ” Belarmino preside el Tercer Comité Revolucionario, y va sólo a Oviedo, para Pactar la Paz”, que la dejó llorando,arropada por los hijos, que no sabían si regresaría vivo o no.”¿ Pero él sólo?”.Si, así lo pidió le respondieron los Hijos.
Al regreso el marido, en el balcón del ayuntamiento de Sama, dirigiría un mensaje que quedaría en la historia.
Salieron vivos y años más tarde en las elecciones de 1936, Belarmino fue elegido diputado. Ella recordaba el levantamiento de Franco y en Asturias del Teniente coronel Aranda, y como todos los comités del Frente Popular, triunfadores en las elecciones, eligieron a Belarmino Presidente y como se tuvieron que trasladar a la ciudad de Gijón, que iba a ser durante 461 días, la resistencia al fascismo, y su marido Presidente del Consejo de Asturias y León. Vivió todos los bombardeos de la aviación alemana, junto con el marido y los hijos y sobrevivieron y estuvo el 5 de junio de 1937 en Arenas de Cabrales, en la boda de su única hija con Rafael Fernández.
Un día en agosto de 1937, le avisaron a Severina que el marido había declarado la Soberanía en Asturias.
Recordaba la salida de Asturias, a Barcelona y luego el exilio a pie sobre los Pirineos, y más tarde su papel cocinando para todos en el capo de concentración de .
Y un día se encontró en una barco,ella, mujer de tierra verde, llorando, dejando atrás a su Asturias querida, y tres semanas más tarde, arribaban a un país que ella si siquiera, en la infancia sabía que existía que se llamaba México.A la negrura que dejaba atrás, apareció el sol, las palmeras, el mar diferente, y el calor de la bienvenida del pueblo mexicano como héroes.
Y siguiendo el camino de Hernán Cortes, habían viajado toda la familia, por fortuna viva, desde Veracruz a nivel del mar, hasta la ciudad de Mexico a 2,200 metros de altura, hasta que se asomó en el balcón y pensaba……