Un día en la mañana, aquel padre de 5 amigas, casada con aquella preciosa Doña Alina Estrada  de Calkiní,  de origen centroeuropeo que emigró a Yucatán, y que  era el principal escultor de los mayas vivos, sintió fuertes golpes en el portal de su taller en la calle 60 de Mérida.De inmdiato se encontró con aquel licenciado en guayabera y su señora esposa.

” Agitado, mientras el taxi lo esperaba, le dijo a Enrique: “¿Oiga tiene algún dije que de suerte ?”.Pues no, pero pasen. Sólo tengo uno que es esta ardilla pero es para el Secretario de Gobernación”.” No, no, si es de Don Gustavo nada, pero” insistía ” ¿no tiene nada más que de suerte “.. “Pues sólo esta diosa maya de la fertilidad, pero apenas estoy terminando la madera “.” Esa es para nosotros, ¿ en cuántos días mínimos la puede terminar”. “Pues trabajando dia y noche dos días “.Y se fueron agitados él y la esposa que estaban en la gira presidencial.

Al día siguiente llega el secretario de Gobernación de Echeverría a buscar su ardillita que,  le traería suerte. “Y que,¿ como le hago ?”. “Dicen los mayas que tiene usted que pedir un deseo y luego besar varias veces, el lomo de la escultura”. Y aquel bocón y poco afortunado poblano que sucedería al presidente, el “Tapado”, pues, pensó y empezó a besar el lomito..¿ Cuanto es ?. Nada dicen los mayas que si le cobro no trae suerte”.

Don Enrique, con un colmillo enorme y la experiencia de los Habsburgo,, sabía que iba a  ser el próximo presidente.

De la misma forma, al día siguiente llega aquel licenciado, y ahí estaba aquella mujer maya embarazada llamada la Ixchel de 40 centímetros esperándola. ¿ Y esto como da suerte”.”Dicen los mayas que pida un deseo y le acaricia la panza”. De inmediato se iban para no perder el avión, con la escultura  bajo el brazo.¿Oiga cuánto le debo?.

Enrique le respondió, “no es nada licenciado, usted deseó ser presidente y como lo va a ser no me debe nada”.¡¡Dios lo oiga, Dios lo oiga!!

Pasaron casi 10 años. Don Enrique, quiso arreglarse una una uña con una  gubia  de escultor  y se gangrenó , y le cortaron la pierna, y estaba aquella mañana en el Hospital 20 de Noviembre en la ciudad de México, cuando su amigo de toda la vida Juan Duch Colell refugiado de la guerra de España, lo despierta   . ” ¿Enrique viste el Excelsior ?”, que ganas de leer le respondió aquel hombre sin su pierna.

” Te la leo:” El Excélsior, tiene una gran foto del TAPADO , con las fuerzas vivas de Yucatán que le regalaban 3 docenas de Guayaberas. y él respondió: Les doy las gracias como a MI GRAN AMIGO QUE ME HA DADO SUERTE EN LA VIDA DON ENRIQUE GOTTDIENER SOTO”.

Aquel licenciado era el futuro presidente José López Portillo. Enteradas las Fuerzas Vivas de Yucatán ,se trasladaron  y compraron aquella escultura en bronce, que estaba en el patio del escultor, La compraron y de inmediato fueron a ver al todopoderoso futuro presidente.

En las transmisiones de los 6 años de los Informes Presidenciales, todos veían sin saberlo, como el presidente, antes de subirse al auto, iba a aquella escultura ubicada en un precioso jardín, y le sobaba la panza a aquella mujer maya embarazada, la Ixchel.

Por supuesto la Ixchel está en los despachos o casas de todos los mandatarios de medio mundo que visitaron al presidente de México, a quienes se las obsequiaba, junto con la historia.

Historias de la vida…….