Comíamos en el restaurante Las Mañanitas, en Cuernavaca, Morelos en aquel prado verde y extenso con pavos reales pasando entre las mesas.Había invitado a Pepe Cosmen, amigo y dueño de los ALSA y a Nicolás Redondo el Secretario General de la UGT para que se conocieran, cuando en la sobremesa surgió la historia.
Pepe,elegante y fino, con su Davidoff comentaba que en un vuelo Madrid-Asturias, encontró un anuncio de un dentífrico chino”bueno para la boca y para la garganta”.Pensando en el clima asturiano este hombre de Leitariegos, mando un fax a la República Popular China de donde una empresa de aquel paìs era el que ofrecía el producto.
Fax iban y fax regresaban ,hasta que un día, según palabra de Pepe,los chinos dijeron “y este español que no tiene puta idea de dentífricos , ¿ a que se dedica?. Al transporte de pasajeros le dijeron. Pues que venga para hablar de eso. Y el hombre se convirtió en 1984 en el primer occidental en tener una línea de taxis para unir a Hong Kong con Shenzhen.Por supuesto al año ya estaba el Centro Asturiano de Shenzhen.
La última vez que hablé con él, fué en el velorio de Rafael en El Salvador en 2010.Elegante, buena persona, fino, para la oligarquía de la calle Uría de Oviedo, Pepe, era como un advenedizo.
Hoy, los ALSA no sólo transitan por toda España y Europa, sino que en China tiene más de 5,500 autobuses en 16 provincias, entre ellas la de Tianjin a Ruian con 1,800 kilómetros de distancia.
Y yo recuerdo al hombre de bien que fue Pepe Cosmen Adelaida.