El hombre más molesto,quizás, en la clase politica norteamericana se llama Donald Trump. Pensaba que tras el Asalto al Capitolio y dos años de mantener falsedades, el país se iba a levantar, casi pidiendo su regreso.
Pero no fué así. La mayor parte de sus candidatos fueron derrotados por otros republicanos o demócratas. Aunque tengan la Cámara de Representantes, bastaría que los demócratas ganasen dos senadores para conservar esta Cámara clave del país.
Pero de aquella figura autoritaria, que retó a las instituciones, ni siquiera va a salir reforzado, pues Ron De Santis, emerge como una figura para frenarlo desde su propio partido.