74 años después de su muerte,en 2014, por primera vez un ex-presidente del país, visita la tumba de de Don Manuel Azaña, ente el olvido generalizado del último Presidente de la Segunda República Española en territorio francés.Fué Rodriguez Zapatero hace unos días.
Quiero aprovechar estas líneas para dar información, en general desconocida, que pueda contribuir a la Memoria Historica, que tantos luchan por recuperar.
Mientras Manuel Azaña a principios de 1939, caída la República, cruzaba los Pirineos con centenares de miles de republicanos, derrotados pero que no vencidos,, hacia territorio francés, a 10,000 kilómetros de distancia en el Palacio Nacional de México, un general de 36 años, que había nacionalizado el petroleo en 1938, seguía muy de cerca los acontecimientos de la SegundaRepública Española ,como antes lo había hecho en 1931 en Jiquilpan, Michoacán, como Gobernador de su estado.Su nombre, Lázaro Cárdenas del Río.
Pero fue sobre todo cuando se dio el levantamiento contra la República, aquel 18 de julio 1936,cuando Cárdenas, último esfuerzo de la Revolución Mexicana de 1910, dio su decidido apoyo a los republicanos españoles.
En contacto con Manuel Azaña, envió de 1937 a 1939 lentejas y garbanzos para el pueblo español y lay las armas modestas de que disponía, a la vez que en 1938, también de acuerdo con Azaña recibe a los llamados Niños de Morelia, 454 niños y niñas que, compañados por algunsos maestros republicanos son acogidos en esa ciudad por la esposa de Don Lázaro, quien les de cobijo, cariño y estudios hasta que pudieron valerse por si mismo en la vida.
En 1938, crea la Casa de España en México, para dar cabida a lo más granado de la intelectualidad española, de la Institución Libre de Enseñanza, donde les da el asilo y en ella les permite reanudar sus trabajos e investigaciones.
Pero no es sino hasta la caida de la República a principios de 1939, donde Cárdenas y México mostrarían su apoyo al pueblo español.
Cárdenas nombró de inmediato a uno de los hombres de más confianza, Don Gilberto Bosques,ex Gobernador de Puebla y Ministro de Industria, como Consul General en Francia. Bosques se traslada de inmediato a París y desde la embajada mexicana ubica a los estimados 290,000 refugiados españoles concentrados en 18 campos especiales.Bosques enevía emisarios a todos los campos con un documento que es repartido, que decía:
” TENGO EL PLACER QUE, DE ACUERDO CON SUS DESEOS,EL GOBIERNO DE MI PAIS LO CONSIDERA A USTED, A PARTIR DE HOY, COMO EMIGRANTE ACEPTADO POR MEXICO2., decía el documento salvador. Bastaba con mostrar ser español y refugiado.
Decenas de miles de cartas llegaron a la Embajada Mexicana en París y se estima que Bosques firmo aproximadamente 80,000 visas, y de ellos sólo alcanzaron a llegar a México 30,000.Se le considera el Schindler mexicano y en Israel, donde también había apoyado a judíos huyendo del nacismo se edificó un monumento en su memoria.
Mientra eso sucedía Don Manuel Azaña, perseguido por el franquismo, el gobierno frances de Patain y los nazis, estuvo veinte meses de un lado a otro de Francia,hasta que se asentó en Montauban.
Cárdenas enterado de la situación de Azaña, nombró al Embajador Don Luis Rodríguez Taboada para que se trasladase de inmediato a Francia a proteger la vida del último presidente de la Republica al que localizó en esa ciudad francesa, en donde fué a visitarlo y ofrecer toda la ayuda que necesitase.
Lo encontró en un modesto piso de alquiler, enfermo, y al presentarse con Azaña, este le dice:
“….Aquí me tiene mi ilustre amigo…convertido en un despojo humano….se que me persiguen….quieren llevarme a Madrid…no lo lograrán, antes muerto”
Rodríguez Taboada le ofrece todo su apoyo.Asilo en México o en Suiza, le deja 2,000 francos y le dice que esta dispuesto a ir a hablar con Petain.
A los pocos días, informado por Gilberto Bosques de que un grupo de falangistas, al frentel cual see encontraba un tal Pedro Urraca, había cruzado la frontera planeando secuestrar a Azaña.
El Embajador Rodríguez Taboada, tomo una medida drástica.Alquilo la mayor parte del hotel Middi, colocó la bandera mexicana en el balcón y lo transformó en Territorio Mexicano.Y ahí traslado de inmediato a Don Manuel y su familia para su recuperacion, se instaló él y lo que quedaba de espacio era para los republicanos que cupieran.
El 14 de septiembre, día de la celebración de la Independecia de España en 1810, los esbirros de Franco estaban ya ocultos en las afueras de aquel hotel.Rodriguez Taboada y sus hombres pistola en mano ahuyentaron a aquellas fieras, que desconocía que el Embajador era descendiente de Pancho Villa, el único hombre que había invadido los Estados Unidos antes del 11-S.
Aquel comando no se lo volvió a ver el pelo.
El 13 de noviembre a las 4.53 horas muere en esa ciudad Don Manuel Azaña, último Presidente de la Segunda República Española.
El prefecto de Vichy en esa ciudad exige que el entierro sea familiar y sin la bandera republicana.Ante ello Rodriguéz Taboada lo enfrenta.El entierro será público desde el Hotel hasta el cementerio. y ante la persistente negativa de que no lo cubrise la banderaa republicana, el Embajador le dijo:
” Está bien.Lo cubrirá la bandera mexicana: para nosotros será un privilegio, para los republicanos una esperanza y para ustedes una dolorosa lección”.
Y así fue.Con el féretro cubierto por la bandera mexicana y acompañado de centenares de mujeres y hombres con las banderas republicanas. lo acompañaron hasta su última morada-
Allí yace para siempre, bajo la bandera mexicana el último Presidente de la Segunda República Española, ante el olvido del pueblo español.
Mientras tanto, el Valle de los Caidos, los 150,000 republicanos que yacen en las cunetas son una muestra de lo que significó aquella transición, primer paso de lo que será el próximo cambio del pueblo español.
El único país que ayudó a la República, que no la reconoció nunca y que al cumplirse el74 aniversario de la restauración de relaciones ya en democracia invitó a México a Mariano Rajoy, quien vergonzosamente lo oculto y lo transformo en una visita de negocios a México, lo que allí sentó muy mal.
Quizás Rajoy, recordaba la pugna en el 2002 en el Gobierno de Aznar entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, que surgió con Marcial Maciel en 1940 al triunfo de Franco, en Guanajuato, heredero de los Guerrilleros de Cristo Rey, con todo el apoyo de Franco y de la oligarquía española ,con el apoyo de Juan Pablo II, hasta que Ratzinger saca a la luz, la podredumbre de su vida.