Nunca hay dejar de respetar a Occidente. La cuna del pensamiento judeo cristiano, tras 1776 en la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa de 1789 ha sido el motor no sólo de la Revolución Industrial y la Informática, sino que recorriendo el mapa del mundo, es el único que ha desarrollado la defensa de la diversidad, a pesar de los obstaculizo de la Iglesia Católica. Pero de la mismo forma donde surgen con fuerza los avances sociales, entre los cuales hay que destacar el papel de la mujer y los movimientos de la diversidad, los LGTBI y donde Occidente encabeza al mundo, están generándose el germen de echar para atrás todos esos avances..Hay que ver como surge del integrismo católico los movimientos que quieren volver al pasado.

Es claro para nosotros. Una cosa es el Occidente que nos ha nutrido y otra es el Occidente conquistador que arrasó el mundo cuatro siglos.Y en ese caso, nosotros tenemos memoria histórica y sabemos que desde dentro de ese Occidente se que quiere volver a los tiempos del medievo.

No sólo estamos en el proceso de transformación de un modelo económico y social a otro, sino que ello provoca que salgan de las raíces de los paises de los grandes imperios de Occidente, vuelvan a sus orígenes, y traten de regresar siglos atrás.

Cuantas mujeres, homosexuales, lesbianas, trans, habrán sufrido en la historia el ser diverso y haber perdido su identidad intentando ocultarla. ¿ Cuantos centenares de miles, les fueron cortadas sus vidas por ser diferentes?. Y Hay un actor principal que encabezó lo más atrasado: La Iglesia Católica Apsotólica y Romana, y los Ortodoxos.

Sin embargo, el islam está a años luz de los judeo cristianos.

Hoy recordamos a todos los DIVERSOS, que si la vida le fue ingrata si fueron  siervos, esclavos o trabajadores, más lo fueron por que no se entendió las causas.Siempre hemos dicho que España tuvo un gran retraso, que trasmitió a toda América Latina, Portugal incluido, por que en los 1,600 en el siglo de la razón, nosotros no aprendimos nada, por que ya teníamos la Escolástica.