Media mañana y Rafael disfrutaba de la piscina en Mérida,, cuando una de sus hijas le dice: ” Papá, te hablan de México. Es Pedro Etienne”, Llamada inesperada, tomó el teléfono extrañado, ” ¿ Que pasó Pedro?”, “Te anda buscando Cuauhutemoc”,” ¿ y para qué ?”. ” Cabrón esta formando su gobierno, vente para acá”. Habló con Lisbeth y sus hijas, tomó el avión, aterrizó en ciudad de México, se traslado a las oficinas de recién electo Jefe de Gobierno de la ciudad de México, se anunció, subió a sus oficinas y, allí, con esa seriedad, sus lentecillos, le dice: ” Quiero pedirte que me ayudes a gobernar la ciudad de México, como Subdelegado Jurídico y de Gobierno en Iztacalco”.
Sin saber bien de que se trataba, si el “ingeniero” como lo llamaban, le hubiera pedido cuidar las flores del Mercado de Jamaica, también le hubiera dicho que si.
A los 6 días, citó en sus oficinas a 66 personas. Los 50 dirigentes centrales de su gobierno, y a sus operadores políticos en cada una de las 16 delegaciones.En las Delegaciones las reservaba para personas de la sociedad civil que le habían ayudado; los “Sub Jurídicos y de Gobierno” eran sus operadores y hombres de confianza.”
Hoy, a las 12 de la noche, por primera vez en 70 años, la ciudad de México no van a ser gobernada por el PRI. Lo que hagamos estos tres años es muy importante. Ahí se las encargo”.
“Ahí se las encargo”…..Pues Rafael se lo tomó tan a pecho, que durante esos tres años no salió de la Delegación, más que para actividades de gobierno”. Fue el primero en llegara y el último en irse. Sólo 5 de los 16 subdelegados jurídicos y de gobierno, habían sobrevivido”, y el nieto de Belarmino era uno..
¡¡¡Que experiencia tan grande !!!
Nunca había gobernado una delegación de 800,000 personas, pero en la capital de México. Iztacalco se llamaba y había sido un pueblo indígena original, de clase media y media baja, con 64 colonias, para uso habitacional y de pequeña industria, y entre ellas la segunda más peligrosa de México, la Agrícola Oriental con la avenida Rojo Goméz, raíz del narco.
De pronto, sin imaginarlo nunca, estaba en aquella lujosa oficina, de 10 metros por cuatro; cristales hacia la plaza principal, que era además el helipuerto, alfombrada de lujo en el fondo una juego de sofás de piel negra, y su enorme escritorio, con varios teléfonos. Baño, sala de juntas aparte y, sin saberlo, la bandera monumental(como la de los desfiles de las fuerzas armadas en España), que necesitaba 15 policías para llevarla e izarla: el Verde, Blanco y Rojo, en su máxima expresión. Una de las 200 que el ejercito hacía y ondeaban desde el Zócalo hasta todos los estados, todas los puertos y las entradas y salidas con EE:UU, y con Guatemala, bajo su mando.
Formó su equipo, con su secretario particular, Enrique Filloy, ingeniero de 26 años, el número dos de los Morados, a quien invitó a ser su mano derecha. y empezaron los 1,095 días, quizás, más interesantes de su vida.
Al llegar, de entre todos los teléfonos, mandos de la policia, había uno clave, en donde tenía el mando de toda la delegación. Lo abrió, en la frecuencia adecuada , y en un minuto, escucho:
” Aquí las 407, reportando un infarto en Viaducto Piedad; aquí la 423, reportando un tiroteo en la Rojo Gomez con AK 47; aqui la 412 reportando el fallecimiento tras ser atropellado de un individuo de 60 años; aquí la 422, reportando el asalto a mano armada de los almacenes…..”.
Rafael, colgó.
Todo había ocurrido en 1 minuto, en una pequeña delegación . Se imaginaba que pasaría en la ciudad de México o en una gran urbe.
Bien había que empezar, recordando las palabras de Cuauhtemoc: ” Ahí les encargo “.
En esa delegación estaba la Magdalena Mixhuca, enorme espacio de varias hectáreas, sin construir,y en su inicio ,una construcción de dos pisos con tres grandes palcos, con vistas hacia el Autodromo y de la otra al Foro Sol, de propietarios que la hicieron, dado que en la ciudad de México sólo cabían 10,000 en el Auditorio, con capacidad para 60,000 espectadores, donde se celebraría cada viernes un evento de nivel internacional.
El primero que le tocó fue la presentación de los Rollings Stone en su espectáculo el Puente de Babilonia.
El último acto que le tocó organizar allí fue la novena visita de Juan Pablo II, que, con sus tres y medio millones de asistentes, fue la cereza del pastel de esos tres años, donde invitó a sus gemelas a asistir, no para estar en primera fila para ver al Papa, sino para ver a su papá como organizaba aquella misa, que el Espiscopado Méxicano, al citarnos, como organizadores, con la Iglesia y el Estado Mayor Presidencial del acto, nos dijo que la energía de Juan Pablo, sólo alcanzaba para 60 pasos. Sesenta pasos……
Empezaba un nieto de la cuenca minera, una experiencia más de su vida.
( Dado la experiencia de como se gobierna un delegación de ciudad de México, y como surgieron en momentos delicados los genes de Belarmino, le dedicaré 3 blogs)