Cuando en 1703 Pedro El Grande construía San Petesburgo no se imaginaba lo que iba a pasar con la esposa de su nieto Pedro III, Catalina , ni la muerte de Nicolás II en 1917 en manos de los bolcheviques y menos lo que en 2018 sucedería cerca de donde están enterrados él y Catalina.
Los Romanoff fueron fundamentales desde 1613 a 1917. Fundamentales en dejar de ser un país enorme pero debil se lo deben deben a Pedro el Grande, el principio de su surgimiento moderno destacándose la creación de la ciudad de San Petesburgo y estar en las puertas del estratégico Mar Báltico. De 2.03 metros de estatura y un frágil salud, enfermó de cáncer en la vejiga y murió a los 56 años, que para alguien debe haber quedado muy marcado.
Su nieto Pedro III, que se casó a los 18 años con una polaca sencilla, mostraba su impotencia, ante la tremenda vitalidad y sexualidad de aquella mujer que se llamaría Catalina y que,con el tiempo sería Catalina La Grande.
Por allá por 1770, Catalina conspiraba para acabar con el inútil marido lo que logró y en los 36 años que gobernó con tremenda vitalidad y sexualidad, terminó la obra de Pedro el Grande y terminó con una Rusia ya casi imperial.A Catalina La Grande le debemos nosotros el poder disfrutar el Hermitage en San Petesburgo que empezó con 315 obras y hoy es la Pinacoteca más grande del mundo.
No está claro definir como murió Catalina a los 67 años, si por un infarto tras de un baño o queriendo ser penetrada por un caballo a lo cual no resistió y falleció del corazón.
En la historia han sido los dos Zares fundamentales, y cuando con la Revolución Soviética y el asesinato de él y sus hijas y el hijo, terminaron con la dinastía, surgió el proceso de la URSS que termina en 1989.
Ninguno de los tres se imaginaría la escena.Hace menos de un mes, el Nuevo Zar de la Madre Rusia, se sumergía en aguas heladas como centenares de miles de rusos, bajo el hielo para celebrar la Epifanía, para la Iglesia Ortodoxo Rusa el bautismo de Jesucristo.
Bajo el hielo, torso musculoso y sin ropa, aparecía aquel miembro de la KGB soviética, para ganarse la amistad de la Iglesia Rusa, y cada vez que aparece a propósito una cosa deja en claro: El no piensa morir, está fuerte ,muy fuerte, como Pedro el Grande, máxime que ha tomado como ejemplo para la Rusia de hoy la labor de aquel enorme Romanoff.
Me imagino , si revivieran los 3 zares su cara al ver al hombre de la tremenda KGB celebrando la Epifanía, pero me imagino la cara de Lenin…….
Ese es el hombre que lucha por volver a las fronteras de Rusia, que intervino, lo que no logró Pedro el Grande, incidir en las elecciones de EE:UU y que hoy están permanente actividad y se va a lanzar sin partido para volver a dirigir hast 24 años Rusia.
Por ello, en este blog, siempre lo hemos considerado EL NUEVO ZAR DE LA MADRE RUSIA.