Veamos con objetividad. España lleva casi 4 años semiparalizado y sobre todo enfrentados entre todos.
Los último gobiernos de Rajoy, sin presupuestos aprobado; la corrupción sin límite del Partido Popular; la Moción de Censura de Pedro Sánchez con 84 escaños y limitado a sus aliados, los nacionalistas catalanes y Podemos, quieness reclaman, sobre todo los catalanes la retribución de su apoyo; un nuevo presidente del PP que puede terminar imputado por el Supremo y la aventura de Puigdemont, la derecha del nacionalismo, que ha desbordado fuerzas que no son capaces de parar, nos han llevado, inevitablemente, a una cercanía a la parálisis.
Casi no lo apreciamos por que hemos hecho nuestra como lógica esta situación, pero que mas temprano que tarde nos pasará factura.
Un país dividido que enfrenta a una parte de ella con la otra, a pesar de que los avances sean utiles para España, por que cada quiemn jala para sus interses sin importarles los de España.
La aparición de pegatinas en el país, en las sedes del PSOE, Podemos y el PP, son claras, de un sector residual, ¿ o creemos?: ” EL VALLE NO SE MOVERA”, ¿ VIVA FRANCO”.
Los pronunciamientos de señoras encopetadas señalando: ” Estomos hartos de sus 40 años, que han hecho perder todo lo que consiguio nuestra Gran Caudillo”.
Y mientras el mundo avanza, nosotros volvemos a atraparnos en nuestras contradiciones cono fue en 1648, 1714, 1810 y 1898, y más tarde en 1931.
Veremos pronto los resultados. Por fortuna están 2019 y 2020, para escuchar la voz directa le pueblo español.