En la Sierra Tarahumara, en una reunión del partido,aquel compañero me retiró del grupo.Quería mostrarme su máximo tesoro.Abrió su vieja cartera, sin un sólo billete por supuesto, y extrajo un pedazo de un viejo periódico: ” Tiene letras”, me dijo orgulloso.

Me impresionó y me enterneció.A sus 40 años cuyo cuerpo parecía de 60,aquel hombre perdido en el sierra de aquel Estado de Chihuahua, más grande que España,frontera con los 3,300 kilómetros con los Estados Unidos,se sentaba entre jornada y jornada en el campo, en la banca del parque para leer aquel trozo de papel periódico con letras.

Y así, después de casi 50 años de militancia, de tantas experiencias con campesinos, obreros, estudiantes, como con Presidentes y hombres poderosos, el radicalismo natural de los 18 años en rebeldía con la figura paterna y el abrirse pasó a una nueva etapa de su vida, se fue convirtiendo al paso del tiempo y de los estudios, en la certeza de que las sociedades estaban de cabeza, eran inmorales,frustraban vidas y unos cuantos acumulaban casi todo mientras las mayorías,las que sembraban el campo, hacían marchar las fábricas con su trabajo ,apenas tenían para subsistir, en el no aceptarlo, y tener cada día más fuerza para querer cambiarlo.

El radicalismo normal en los 18 años fue profundizándose cada día más, cada vez que conocía más, y hoy  a los 75 años soy, orgullosamente, más radical que a los 18.

Fracasó el proyecto que encabezó León y destruyó Stalin; fracaso la socialdemocracia europea y no hemos sido capaces de encontrar una vía para la democracia política y la económica.

Sin embargo nunca olvido el proceso de aquel joven educado en Tamaulipas en el cristianismo; más tarde enriquecido en Durango con el marxismo;  después envuelto por la enorme  Selva Lacandona en Chiapas y impregnado ahí por la cultura  maya,  que construyó a través de loa años el Zapatismo:El Subcomandante Marcos.

Viví aquel día mágico, en que tras largas marchas por el país, 2,500 kilómetros aquellos indígenas, con él y los Comandantes indígenas, seguido por población de cada pueblo que pisaban, entró a la ciudad de México, la capital del país,cuyo Zócalo con cabida para 300,000 personas, desbordado en las calles aledañas  y como aquella demostración de fuerza les abrió la tribuna de la Cámara de Diputados.Miles y limes de hombres, mujeres y niños vivían aquel acontecimiento, trasmitido en vivo por la televisión nacional y con periodistas y cámaras de mas de 60 países, esperaban el mensaje de aquel hombre.

Marcos nunca apareció.Los Comandantes indígenas,Tacho y Ramona, pudieron dirigirse a la nación y expresar sus problemas, mientras el ,teniendo todo, observaba en algún campamento del Zócalo aquella jornada histórica.

Mandar, obedeciendo……era la consigna del Zapatismo.

Un nuevo modo de lucha, de hacer política apareció ante mis ojos, mismo que años después, a 10,000 kilómetros de distancia, observaba desde el 15-M, ya en Sol, ya en la plaza del Ayuntamiento en GIjón donde estuve (con la prudencia de quien va a prender, después de Marcelo García, lo llamase menos español  que los demás en aquella tarde en Avilés, en el invernadero de la querida Covadonga Bertrand). Luego el observar después de las discusiones y toma de contacto, como se trasladaban en el silencio  a su barrios, y un día años más tarde aparecían, en forma de organización,en las elecciones europeas, y luego al año su demostración de fuerza en Madrid, y ahora, otra vez en el silencio aquel descontento organizado de abajo hacia arriba, mandando obedeciendo, aparecía PODEMOS.

Modestamente, considero que este método, de abajo hacia arriba, es de la máxima importancia. Pablo Iglesias y su equipo, no lo tienen todos los países.

Los próximos meses sera un enfrentamiento entre la Ilusión y el Miedo. Como siempre será el pueblo español quien decida.

La ilusión ahí está, y yo como un modesto luchador social mexicano-español felicito a quienes lo hicieron posible