Es cierto, a lo largo de la historia el Ejercito Español siempre ha tomado partido en favor de los poderes fácticos y del pueblo español.

Recrifico. Ni el General Rafael Riego, ni el General Miaja y tantos otros cuyos nombres se han ocultado, se posicionaron contr el pueblo. Es más, la derecha español hoy, acusa al General Riego de Traidor por no haber encabezado a las fuerzas militares que la Monarquía, quería enviar para acabar con los procesos de Independencia de la América Hispana.

Todos los años, he visto el 18 de julio la esquela dd los familiares, desde Venezuela, deplorando que a ese General, el primero que mató FRanco en Melilla,nadie lo recuerde en la llamada ” Transición”.

Se ha silenciado los nombres de todos los militares que se opusieron al Levantamiento contra la Segunda República del Dictadorf, pero entre todos ello, miles,permitanme rescatar la figura del General Miaja que defendió Madrid hasta el último momento.

En Asturias, la Institución que conservó el despacho de Belarmino Tomás en la plaza de El Parchis durante 461 días, ante el asedio de los fascssismos español, alemán e italiano, ha sido el Ejercito Español que Areces lo solicitó para crear el el Palacio Tornero una bella sala de bienvenida donde se recibió a Presidentess y que, por supuesto Javier Fernández, conseceuente, la eliminó y la mando otra veaz a la oscuridad.

Cuando tuvo que obtener archivos de Salamanca sobre Belarmino y el Consejo de Asturias y León, fueron ellos los que me ayudaron, a pesar de que Belarmino Tomás habaía sido su principal enemigo.

No ocultaron la historia.

Que diferencia con los gobiernos socialistas y Comunistas de la llamada “Transición” que borraron la historia, quizás para ,como un espejo reflejarse ante ella.

El  Parlament y su Presidenta Ada Colau(a quien respeto) cometieron el grave error de no llamar antes a los representantes del Ejercito, explicarles su acuerdo y no proporcionar la imagen de la nueva izquierda de “echar a los militares de aquel salón”.

Eso se llama Miopía Política, que desencadeno la acción de las fuerzas más reaccionarias y no debe haber gustado al propio Ejercito.

Nos mostró la falta de madurez de la izquierda catalana.

A quienes han sido nuestrsos enemigos hay que tratarlos con respeto,como ellos nos tratan a nosotros.

No estamos maduros para un cambio sereno en España.