Zapatero, quizàs el hombre europeo que màs conozca la situaciòn  en Venezuela, lo ha repetido varias veces: ” En Occidente, estamos subestimando la capacidad de resistencia del gobierno y parte del pueblo venezolano”.

A diferencia de Felipe Gonzàlez que fue usado por la señora Tintori, y de los medios de comunicaciòn europeos, intelectuales,periodistas, el proceso de liquidar a Hugo Chavez, desestabilizar el paìs hasta volverlo miserable y recientemente el acuerdo Bolsonaro Trump de acabar militarmente con los regimenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, no era la perita en dulce con que muchos picaron.

Tan es asì, que a pesar de las amenazas de intervenir militarmente de Bolton y su equipo, del bombardeo infinito de fotografias sesgadas, no han podido.

Y no han podido sencillamente por que cuando el precio del petroleo hace unos años llegò a 105 dolares el barril Brent, el UNICO de los presidentes con grandes yacimientos de petroleo, que lo distribuyò entre la poblaciòn marginada, los llamados los “cocos” por la oligarquìa venezolana, los màs miserables habitantes de los cinturones de miseria de las grandes urbes venezolanas, fuè Chavez. En Mèxico, Brasil y, ya no digamos los grandes jeques arabes, ese tremendo excedente se lo llevò la oligarquìa de esos paises.

Ante los embates buscando los 306,000 millones de barriles de petroleo que tiene Venezuela, en el patio trasero de los norteamericanos,conocidos allì en todo el continente como los ” gringos”, el règimen tuvo su base de sustentaciòn sòlida en el ejercito y en el pueblo armado.

Por ello, uno se preguntarìa, muy elementalmente, ¿ si tan mal lo esta haciendo Maduro; si hay tantos millones de exilados, tanta miseria, por que no lo han echado?.

Tan reales son los millones de opositores, como millones son los que lo apoyan.

El jueves, en Roma, casi silencio, hay una REUNION A DOS BANDAS, ENTRE EE.UU. Y RUSIA PARA ANALIZAR EL FUTURO DE VENEZUELA.

Esperemos.

Rusia ya dijo que Venezuela podrìa ser la nueva Siria.