Cuando en 1901 moría la Reina Victoria, que había gobernado 60 años el Reino Unido, éste disponía del 45% del PIB mundial. Era la potencia económica y política más poderosa y extensa del mundo. Jorge V, rey de Inglaterra; Guillermo II, kaiser de Alemania, y Nicolás II, zar de todas las Rusias, pese a su parentesco, se enfrentaron entre ellos y en 1914 estalla la Primera Guerra Mundial. Al final de la contienda, Alemania es derrotada y su imperio disminuido; Rusia, que también sufre una derrota, crea la Unión Soviética, y los imperios austro-húngaro y Otomano desaparecen.
La guerra, que termina en 1918, da pie un año más tarde al Tratado de Versalles, donde se condena a pagar a Alemania todos los gastos ocasionados por la guerra. Sin reservas del patrón oro (que era el aceptado entonces), destrozado el país y sin recursos propios, tiene que imprimir billetes en forma tal que entre 1921 y 1923 se produce una hiperinflación en Alemania en la que un dólar equivalía a un millón de marcos. Está situación provoca conflictos sociales en la llamada República de Weimar, que culmina en 1933 con el ascenso de Hitler y del Tercer Reich. Todas las consecuencias de la Primera Guerra Mundial actuarán como semillas en la gestación de la Segunda Gran Guerra.
Con los resultados que todos conocemos, en 1945, en Breton Woods, siendo ya Estados Unidos el gran líder mundial, se firman unos acuerdos para evitar otra catástrofe y surgen de esa ciudad norteamericana el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Al mismo tiempo se crea la Organización de Naciones Unidas, mientras el dólar sustituye al patrón oro. Europa, en la búsqueda de no repetir errores, crea entre Alemania y Francia la Comunidad del Carbón y del Acero en 1950, lo que dará paso a la Europa de los seis (Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos) con el Tratado de Roma.
En ese mismo camino de integración, en 1992, gracias al Tratado de Maastrich, se crea la Unión Europea y más tarde, en 2002, surge la moneda única, que da pie a la actual Unión Europea con 27 países, de los cuales 17 se adhieren al euro. Importante es saber que el Reino Unido es miembro de la UE, aunque mantiene su moneda propia: la libra esterlina.
¿Qué está pasando ahora? Se han abierto dos bloques en la Zona Euro. El primero, con Alemania, Francia, Países Bajos, Finlandia, Suecia y Austria, que se mantienen boyantes, y el segundo, con otros países llamados del sur, sumergidos en una recesión que lastra a toda Europa.
Alemania se niega rotundamente a otorgar dinero de rescate a otros países porque tienen en mente lo que le pasó con la hiperinflación de 1921. Y en eso estábamos cuando España (que en cuatro años pasó de ser la octava economía mundial a la décimocuarta) no ha tenido más remedio que pedir el rescate, al igual que lo hicieron Portugal, Grecia e Irlanda. ¿Hacía donde irán las fuerzas? ¿Hacia dentro para rescatar el proyecto europeo o hacia fuera, dejando en el camino a los paises periféricos? ¿Sabe usted hacia donde iremos?