Creian, como el abuelo, que lo del Pazo de Meiras lo tenìan” atado y bien atado”, pero la verdad siempre sale a la superficie.
Pedro Sànchez obligado a realizar el traslado de los restos de Franco, mando investigar en esos archivos que siemprese dan por muertos, y encontraron un documento altamente valioso.Los Franco compraron dos veces el Pazo de Meiràs.
Veamos. En 1938, disputando donde orecerle al Caudillo se residencia de veraneo, los gallegos de donde eran originario Franco, se pusieron en movimiento. Màs bien el Movimiento los puso en acciòn a ellos: ” Colecta popular” a fuerza” para recabar el dinero y asì “regarles” a esa familia ejemplar, algo tan valioso como el Pazo de Meiras, que habìa sido la finca de la escritoria Pardo Bazan, y cuyos herederos firmaron la venta en 1938.
Pero cometieron el error, de que al darse cuenta de que aquel contrato adolecìa de defectos FIRMARON OTRA COMPRA VENTA EN 1940, donde los Franco por una irrisoria cantidad de 86,000 pesetas compraban el Pazo de Meiràs que ya llevaba ocupado por Doña Carmen y su familia hacia 3 años.
Habìa una contradicciòn. Los familiares de los habitantes del pueblo hablaban como les obligaron a pagar un dìa de jornal a toda la poblaciòn para regalarle al Caudillo ese bellisimo lugar. Pero los papeless oficiales hablaban de como los Franco en 1940, compraban el Pazo por esas 86,000 pesetas.
Pero, ayer fue dado a la luz, el original de la primera compra”donacion” que se habìa ocultado, lo que significa que la operaciòn se cae por que no puede haber dos ventas del mismo inmueble a la misma persona.
Pedro Sànchez, asì mandò otro mensaje a la familia Franco, en su lucha”por que el abuelo descanse en el Valle de los Caidos o sea trasladado a la Almudena, que garantizarìa grandes enfrentamientos en el centro de Madrid, mientras el gobierno de Sànchez mantiene que sus restos descansen en un lugar aislado como El Pardo donde descansa quien, al final, ha sido recordada por La Collares.
No tengan duda los Francos, ni el “famoso” Abad de los Benedictinos, que esos restos saldràn màs temprano que tarde, estableciendo una justicia històrica, en una España nueva donde habra normalidad democràtica.