Hay personajes en la historia que no tienen pierde.Uno de ellos fue un Teniente coronel Aranda, que el 18 de julio de 1936, era el comandante del ejercito en Oviedo, en la misma ciudad donde en 1917, el “comandantin” diò la orden ¡los qiero vivos a muertos”; donde màs tarde otro general Yague, acusò ante Franco, en 1934 del encuentro entre el General Lòpez Ochoa y aquel minero que pactaba la paz.
Ese hombre, se hizo pasar por leal a la Republica, engañando a todos hasta Prieto, y sugiriò que se enviasesn 5,000 de los mejores hombres de Asturias de inmediato a Madrid para apoyar a la Republica. Salieron 2,000 en trenes y 3,000 por carretera. Al pedir armas, les respondiò ” En Leòn se las dan “. Nada màs dejar Asturias, se sublevò, y empezò a masacrar a los ovetenses que se sintieron doblemente traicionados por aquel señor.
Uno de los distinguidos generales que apoyaron al franquismo, ¿sabe usted donde terminò con Queipo del Llano y Llague y otros legendarios generales traidores?.
A travès de Juan March, que no tenìa mas ideologìa que el dinero, que financio la sublevaciòn que empezaria en su casa el 27 de diciembre de 1931,cuya fortuna le vino del padre que en la Gran Guerra hizo su fortuna vendiendo armamentos a ambos bandos.Pues al empezar la segunda Guerra Mundial fuè el que por orientaciòn de Churchill, comprò a 12 militares franquistas, por 10 millones de dòlares a cada uno, para que Franco no apoyase a Hitler. Doblemente Traidores.
Aquellos ” prohombres” traidores a la Republica, traidores a Franco, y entre ellos, el tal Aranda, triple traidor para el pueblo asturiano.
Ayer tuve el gusto de tomar con cafè en el Indurra,con los descendientes de un luchador social que buscaban aclarar la historia de su padre y su tìo, que terminò luchando por la republica en Madrid, Extremadura.Pero no encajaba en su historia el que ese hombre DON MANUEL UNZUA, que participò que la Revoluciòn de Octubre y que aparece con Belarmino y 40 màs en Diepe, tras las matanzas de octubre, y como era posible que terminase luchando en Madrid y Extremadura.
No sabìan que, posiblemente, su padre y tìo Don Manuel Unzua, irìa en aquel contingente de los 5,000 que sugiriò el tal Aranda, para apoyar a la Republica, y que supieron en Leòn, la traiciòn de Aranda, y que, ante la imposibilidad de regresar sin armas ni nada, habràn continuado a Madrid.