Como en todas las elecciones casi todo el mundo ve el vaso electoral medio lleno. Bueno, todos, menos uno: Gaspar Llamazares presentó una dimisión “exprés” por mor de unos pésimos resultados. Pero, bien, vayamos por partes. En el PSOE tienen motivos para estar contentos. Han mantenido una distancia de 16 escaños con el Partido Popular y además han aumentado 5 respecto a la pasada legislatura. Miel sobre hojuelas, en definitiva. No era nada fácil enfrentarse a unas elecciones después de una legislatura tan dura y, encima, no sufrir desgaste alguno. Todo un éxito personal de su Secretario General el Presidente Zapatero, quien, como dijo a sus fieles desde una tribuna, no les ha fallado ni mucho menos. Para el Partido Popular, en cambio, la alegría era más bien comedida. Han aumentado en número de diputados (5 con respecto a la pasada legislatura) y redujeron distancias con respecto al PSOE en porcentaje de voto (apenas un 3,6%); pero han perdido las elecciones y, eso, lógicamente, es toda una losa. A partir de este momento desde el propio PP tendrán que replantearse estos 4 años de manera bien diferente a como estaba planeado. Tendrán, a la fuerza, que cambiar de estrategias, discursos y, quizá, sólo digo quizá, hasta de personas. Estamos, pues, ante una posible renovación dentro de su cúpula que no sabemos muy bien hasta dónde llegará, pero que, en definitiva, se hace necesaria. Por otra parte, como ya dijimos, el batacazo mayor se lo lleva IU que junto ERC quedan bastante maltrechas. A la primera, obviamente, le tendrán que hacer todo un “lifting” electoral para que se mantenga a flote y, a la segunda, pues bueno, quizá, esté pagando también su gobierno en coalición con el PSC. Además, como no, felicitar a UPyD porque han conseguido nada más y nada menos que 300.000 votos aunque eso sólo signifique un diputado y ver como CIU ha aumentado otro en un entorno de nacionalismo menguante. En fin, que, como ven, las elecciones han repartido alegrías y decepciones aunque, lo bueno de verdad, vendrá a la hora de formar gobierno puesto que va a resultar más bien complicado. Pero eso, como no, ya se lo iremos contando en Retorcida Realidad.