Parece ser que, la decisión sobre si el ICO debía conceder o no un préstamo de 150 millones de euros a Martinsa-Fadesa, dividió al Gobierno. Entre los que defendían activamente que el mismo tenía que materializarse estaba Miguel Sebastián, entre los que no Solbes. Sostenía el ministro de Industria que, el no dar ese balón de oxígeno a la inmobiliaria, produciría un efecto cascada en toda la economía. No le faltó la razón. Sin embargo, argumentaba el de Economía que lo único que hubiese hecho el préstamo es retrasar la suspensión de pagos pero no evitarla. Probablemente, hubiese sido así. En fin, veamos cada una de las posiciones.
Efectivamente, la suspensión de pagos (o concurso de acreedores como se dice ahora) ha provocado todo un terremoto económico. La lista de cajas y bancos afectados no se la enumero porque me falta espacio (más de 45). Todos tienen ahora que provisionar una deuda de más de 1.300 millones de euros como de dudoso cobro. Lo cual, lógicamente, deja sus cuentas de resultados temblando. A esto se une la pérdida de puestos de trabajo directos (más de 200) y bastantes más de forma indirecta (los proveedores afectados). Si sumamos que existen 12.500 familias con sus viviendas compradas que quedan desamparadas y, en general, que el sentimiento colectivo hacia el mundo inmobiliario se ha vuelto completamente negativo (ayer, sin ir más lejos, se hundió en bolsa); tendremos que dar la razón a Sebastián: el sector ha quedado bastante tocado
Pero, por otra parte, tal y como sostiene Solbes, Martinsa no es la única gran inmobiliaria en apuros. Colonial debe 9.00 millones de euros (casi el doble que la suspendida) y se encuentra en las mismas dificultades. A eso hay que sumar Metrovacesa (7.080 millones) o Real Urbis (6.000 millones). Por tanto, si se ayuda a Fadesa ahora, ¿por qué no a todas las demás? Si se manda un mensaje al mercado de que el Gobierno acudirá al rescate de las empresas en dificultades, ¿no se produciría también una especie de «efecto llamada» en el sector? Como ven, la cosa no está nada fácil y tiene visos de no terminar aquí.