Mala semana esta para la economía. Bueno, eso si hay alguna buena. Por un lado tenemos a la bolsa en caída continua. En lo que va de año -apenas 3 meses, recuerdo- ya ha bajado un 20 por ciento. Cualquier inversor que haya comprado valores después del 2002, habrá perdido dinero. Es decir, la crisis no respeta ni el largo plazo. Máxima sagrada, por cierto, para cualquier capital invertido en bolsa. Según los analistas la consigna ahora es la siguiente: no comprar. O sea, nadie se atreve a profetizar cuándo se saldrá de la recesión y, por tanto, lo mejor es tener liquidez. Dinero efectivo, en resumidas cuentas. Como en toda crisis de esta magnitud lo mejor es replegarse y conservar los ahorros. Ya habrá tiempo de comprar, si es menester, mucho más adelante.

Y por otro, el informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros es demoledor. Prevé un retroceso de la economía del 3 por ciento (la mayor recesión, dicen, desde la Guerra Civil), más de un 20 por ciento de paro y una caída brutal del consumo en hogares. Fíjense que este año manejan un escenario de 4,5 millones de parados, a los que se sumarían en 2010 medio millón más. Resumiendo: el apocalipsis económico según Funcas. No me extraña, pues, que sólo se vea gente nerviosa. Como para no estarlo.