Con toda la prudencia que merece el caso, analicemos los hechos. Parece claro que las continuas idas y venidas de la parcela en cuestión tenían un propósito: su recalificación. No se entiende muy bien sino que, en apenas 12 años, haya cambiado tres veces de mano en función de las circunstancias urbanísticas. Esto, por otra […]