El «número dos» de Fomento, Víctor Morlán, es un tío precavido. Vamos, de esa clase de personas que, no sé, nunca pasarían un semáforo en ámbar, o que siempre mirarían para ambos lados antes de cruzar una calle. A él, desde luego, los imprevistos no le cogen tan fácil. Es más, si fuese médico podría […]