No digo yo que no tengan éxito las manifestaciones convocadas para hoy por los sindicatos. Al final, ora por las jubilaciones ora por la propia crisis, el descontento saldrá a la calle de cualquier forma. Ahora bien, centrándonos en el debate sobre las pensiones hay que decir que al ciudadano le llegan informaciones contradictorias. Por un lado, el Gobierno señala que es un problema ineludible. Dice que han aumentado la esperanza de vida y que, el promedio de cobro, es de casi 18 años desde la jubilación frente a los 15 del año 91. Propone, pues, retrasar la edad a los 67 y que el cálculo sea durante 25 años. Por otro, los sindicatos niegan el futuro colapso del sistema y señalan dos fórmulas para seguir como hasta ahora. Primera, aumentar la tasa de empleo femenino para tener más cotizantes y segunda, recurrir en caso de necesidad a la famosa hucha: el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. En cuanto a lo primero –lo del empleo femenino- hay que decir que ningún sistema puede basarse en el mismo por una razón: es el más volátil. En tiempos de crisis como el actual dos colectivos, jóvenes y mujeres, son los que más desempleo acumulan. Difícil, pues, que el equilibrio se logre con un empleo tan precario. En cuanto a lo segundo, hombre, las huchas tienen un límite. Si ésta se acaba entonces habría que recurrir a cubrir las pensiones vía Presupuestos Generales del Estado, es decir, impuestos. O sea, en el futuro tendríamos que subirlos.

Por último, para que vean las contradicciones políticas que también genera este debate, observen lo que pasó ayer en la comisión del Pacto de Toledo. La representante socialista, Isabel López i Chamosa, encargada de defender las posiciones del Ejecutivo, aseguró que iría a la manifestación anunciada para hoy por estar completamente de acuerdo. A Dios rogando y…