Tomo prestado el título de un grupo encontrado en Facebook y que viene al pelo para el comentario. Como saben, Elena Salgado, la ministra de Economía, ha rectificado y permitirá que los ayuntamientos se endeuden hasta el 75% de los ingresos corrientes. Anteriormente, en mayo, la norma era de aplicación inmediata pero, según el Ministerio, debido a un error en el BOE, se trasladó para el año que viene. En resumidas cuentas, como no es la primera vez que una norma cambia, es rectificada y no tiene nada que ver con lo que se pretendía hacer; de tanto tropezar…

A mí, la verdad, este último bandazo me parece un error mayúsculo . La deuda de los ayuntamientos españoles sumaba en el primer trimestre de 2010 la cifra de 36.085 millones de euros. Lógicamente, hay que reducirla y no cabe otra. Cierto es que, tal y como estaba diseñada la ley, pagaban justos por pecadores. Es decir, los menos endeudados no podían acceder a este recurso exactamente igual que los que más. Ahora bien, en una situación de crisis y merma de ingresos considerables, ¿podemos incluso permitirnos que se eleve hasta ese 75%? ¿Qué harán los municipios teniendo en cuenta que es año electoral? ¿Por qué no se fija de una vez por todas una ley de financiación para los ayuntamientos y así saben de qué ingresos disponen?

Por último, comentarles lo que más miedo me da. Esa deuda nueva tiene que ser destinada a la inversión, en ningún caso al gasto corriente. Eso, más o menos, es como quien está con un pufo de narices y le dicen: te doy dinero para comprar un coche, pero no para pagar la luz, el agua, la comunidad…

Aquí tienen algunos de los proyectos de inversión que tuvieron lugar hasta ahora con el dinero gubernamental:

– Huetor Tajar, Granada. Construcción de un «botellódromo» (recinto para beber en la calle) por 73.072 euros.
– Noalejo, Jaén. Museo al curandero Luisico Aceituno, «Luisico el Santo», por 409.500 euros.
– Vícar, Almería. Monumento a la Agricultura por 600.000 euros.

¿Sigo?