Hace poco escuchaba una definición casi perfecta de lo que es la crisis. No procedía, precisamente, de ningún sesudo experto económico; sino de un taxista irlandés. Decía el hombre que siempre había vivido de alquiler pero, un buen día, desde su banco, le ofrecieron la posibilidad de comprar una casa. Asimismo, como su taxi era viejo obtuvo un préstamo para renovarlo. En definitiva, su vida cambió para bien, eso sí, a base de endeudarse. Cuando un periodista le preguntó acerca de la crisis y cómo le afectaba, respondió con un lacónico: «Tenemos de todo, pero ahora toca pagarlo». Resumiendo, el quid de la crisis.
A Irlanda le sucedió algo parecido. Puso un salario mínimo de 1.500 euros (el segundo más alto de Europa), un impuesto de sociedades al 12,5 por ciento (claro, todas las multinacionales se fueron allí) y, sobre todo, en 2008 garantizó la totalidad de los depósitos ante la posible quiebra de sus bancos. Resultado: el déficit se disparó hasta el 32 por ciento y, el sistema financiero, debido a esa protección que antes hablaba, se va a llevar alrededor de 50.000 millones de euros. Como ven, todo un «tigre celta» de papel.
Ahora, la cuestión no está ya en Irlanda que es un hecho; sino si el siguiente será Portugal. Nuestro vecino muestra también muchas similitudes con el caso irlandés: un país pequeño víctima de sus propios excesos. A España, actualmente, la están dejando a un lado por su tamaño, pero en un futuro… quién sabe. De momento, el ex futbolista Eric Cantona culpa directamente a los bancos y nos invita a que todos retiremos nuestro dinero. Vean el video.