A mí quizá, de la sesión monográfica de ayer en el Congreso sobre el caos aéreo, lo que más chocante me resultó fue la posición de Izquierda Unida. No digo que no fuese esperada, pero, en fin, sí un poco rocambolesca. La indignación de Gaspar Llamazares se basaba única y exclusivamente en la utilización del ejército ante el estado de alarma decretado. Llegó incluso a afirmar que eso era propio de otros tiempos en un país, el nuestro parece ser, donde el ejército traía malos recuerdos. Bien, si uno viaja a Francia lo primero que se encuentra es a soldados con fusiles de asalto por cualquier esquina. Sea en un aeropuerto, estación o, incluso, como yo mismo pude comprobar, en el museo del Louvre; no es en absoluto raro ver al ejército francés haciendo funciones de patrulla. Y, ¿causa esto acaso alarma? ¿Miran los franceses con sorpresa o indignación a los muchachos vestidos de caqui? Pues la verdad es que no. En un país democrático que el ejército ayude o supla, cuando es necesario, a la población civil no debe ser objeto en absoluto de reprobación. Es más, si no hace esa función, ¿para qué los queremos?
Por otra parte, lo que los controladores deberían pensar es que ningún grupo en la Cámara les defendió. Ni siquiera, ojo, partidos tan poco proclives a que se cercenen derechos laborales como la propia IU. A mí las críticas hacia el Gobierno por aprobar el decreto sobre las horas de trabajo el viernes, me parecen vanas. Los controladores ya venían –con retrasos en los despegues como yo sufrí, por ejemplo- ejerciendo una huelga encubierta desde hace tiempo. Sea justo antes del puente de la Constitución o después, hubiésemos vivido una situación similar. Otra cosa, sin embargo, es que no existe un plan B. Cuando Ronald Reagan despidió fulminante a los controladores estadounidenses por un motivo similar, los suplió por militares perfectamente preparados. Y además, en dos años tuvo una nueva generación de controladores civiles para acabar con su monopolio. Aquí, como se puede comprobar, todavía estamos en manos de los actuales.