Hay que diferenciar entre crisis y reforma de las pensiones. Lo uno, casi, no tiene nada que ver con lo otro. De hecho, la Seguridad Social, aunque de forma muy menguada, sigue teniendo superávit. Entonces, la pregunta es, ¿por qué se hace tanto hincapié en cambiarlas? Si al final la medida no contribuirá a salir de este marasmo económico, ¿por qué se hace? Bueno, la respuesta es sencilla: porque así lo pide Bruselas. El endurecer las condiciones de acceso a una pensión es un movimiento a nivel europeo que, lógicamente, también afecta a España. Lo han hecho en Alemania, Francia, Reino Unido… y, por tanto, es exigible en nuestro país. La reforma del sistema de pensiones no calmará a los mercados de deuda, ni disminuirá el paro, ni creará empleo; sin embargo, sí que dará un cierto grado de confianza en el Gobierno a nivel de la Unión Europea. Digamos que estaba firmado y había que cumplirlo. Espabílate José Luis, parece decir Merkel en la foto.
Como asturiano miro con cierta envida al AVE inaugurado a Valencia. Eso sí, también me hace reflexionar. La nueva línea que une Madrid con el Mediterráneo, fíjense, da un rodeo para pasar por Cuenca y abre un ramal hacia Albacete. Y en este último caso deberíamos fijarnos especialmente. Albacete es la capital de España mejor comunicada con Madrid. Más de 20 trenes diarios la conectan a velocidades, incluso, superiores a 200 Km/h. La diferencia entre coger uno de estos trenes o el AVE es de 19 minutos. Además, la alta velocidad alarga el recorrido en aproximadamente 34 kilómetros añadiendo millones de euros en inversión. Mientras tanto, en nuestro paraíso natural –aparte de no ver un tren de estos hasta 2015 en el mejor de los casos- seguimos pensando que un trazado nuevo entre Lena y Gijón es un dispendio pese a que recortaría unos 15 minutos el trayecto (en total, dos horas y media). En fin, no debió ser ese el criterio de José Bono, puesto que, cuando fue presidente de Castilla-La Mancha, se empeñó en desviar la línea del AVE a cualquier coste.