Evidentemente, la noticia del fin de semana fue el congreso de Foro Asturias. Principalmente, por dos motivos: lo concurrido y debatido que estuvo. En esto último quiero resaltar dos enmiendas que prosperaron, pese a que la intención inicial de sus dirigentes es que no fuese así. Lo de elegir los candidatos mediante el sistema de primarias es una especie de caballo de Troya que, incluso, al propio Francisco Álvarez-Cascos, no le gusta. Opina que creará bicefalias. O dicho de otra forma, ¿alguien piensa que puede haber un candidato que no sea del agrado del Presidente de Foro Asturias? Yo tampoco. Por otra parte, el tema de limitar los mandatos a ocho años tampoco fue bien recibido. Fíjense lo que podría pasar si se da la siguiente tesitura. Álvarez-Cascos consigue la presidencia del Principado durante dos mandatos consecutivos, ¿alguien cree que se le puede negar estatutariamente un tercero? Yo tampoco.
El grupo de amigos del ex consejero, José Luis Iglesias Riopedre, acabó por reunir la fianza de 100.000 euros que se le exigía. De hecho, hoy ya dormirá en su casa. El móvil de todo este entramado, aunque esté bajo secreto de sumario, cada vez parece más relacionado con la empresa de su hijo. El hombre, como un buen padre, dio todo lo que tenía con objeto de salvarla. Eso, claro está, no le exime de culpa si finalmente se demuestran los graves delitos que se le imputan. Nos puede parecer que, moralmente, es menos reprochable incurrir en cohecho, prevaricación y tráfico de influencias; si esto se hace por un hijo. Ahora bien, «Dura lex, sed lex»: la ley, aunque dura, sigue siendo ley.